Opino sobre cosas #3

Fede
10 min readFeb 25, 2021

Full Metal Panic! (S1)

Siguiendo con mi idea de no dejar pasar series relativamente “antiguas”, además de claro está, ver series que son reconocidas por ser buenas, ahora le tocó el turno a Full Metal Panic!. Serie producida por el conocido, ahora extinto, Studio Gonzo en el año 2002, nos cuenta una historia que mezcla una historia de anime mecha-militar con elementos de un highschool anime, comedia y romance. Bastante variado, la verdad.

Por lo que tengo entendido, la primera temporada es la mas floja de la saga que cuenta con 4 temporadas (en verdad 3 y un spin off). La serie nos introduce a Sousuke que es un sargento de 17 años, que trabaja para una organización militar internacional, algo parecido a la OTAN, que está en persecución de un terrorista internacional altamente buscado. La trama nos introduce también a Chidori, una joven estudiante, que al parecer posee algo en su código genético que puede ser utilizado para crear armas destructivas, o algo por el estilo, en está temporada no lo explican demasiado.

Será tarea de Sousuke desembarcar en la secundaria de Chidori y hacerse un estudiante más de ella, para protegerla de los intentos del enemigo por capturarla. Debido a esto se desarrollan escenas de comedia que protagonizarán a Sousuke, un chico que siempre fue un soldado y vivió entre ellos, en situaciones absurdas propiciadas por su accionar brusco y su bajo entendimiento de los códigos de conducta normales.

Como serie de acción es bastante mediocre (exceptuando el arco final, que da un giro radical y sorprendentemente muy bueno, hacia algo mas serio, violento y dramático), la comedia está bien pero los personajes no terminan de ser explorados del todo.

Como punto a favor, la serie presenta los tropes que definen las obras de aquella época, por lo cual es interesante siempre ver las diferentes etapas históricas del medio y como punto en contra o no tan en contra pero aún así llamativo, es el necesario “suspension of disbelief” que nos pide la trama para disfrutarla, algo supongo que usual en el animé, pero que hacía mucho no experimentaba. En este caso tenemos que convivir con la idea de que en este universo existe una fuerza militar con jurisdicción internacional, con alto presupuesto y que dispone de armas de destrucción masiva, que está encabezada por una chica de 16 años y que a su vez dentro de esta fuerza hay varios soldados, que ostentan cargos como el protagonista, que son menores de edad. Bueno, que se puede decir, anime logic.

La siguiente entrega de la saga, viene de la mano de Kyoto Animation, primero con un spin off y luego con la secuela de la primera temporada en sí. Por lo que se, las siguientes entregas, con el cambio de estudio, mejoraron exponencialmente, así que si bien la primera temporada no es lo mejor del mundo, si este es el nivel mas bajo de la saga, podríamos pensar que hay altas probabilidades de llevarse una grata sorpresa.

Mushoku Tensei

Mushoku Tensei se la nombra como una de las novelas ligeras que crearon muchos de los patrones que caracterizarían a los isekai (historias en las cuales el protagonista, usualmente hombre y probablemente hikkikomori o algo parecido, por motivos desconocidos, reencarna o simplemente aparece en un universo paralelo, desconocido, que suele simbolizarse como el mundo cliché de la fantasía: ambientado en la edad media, con múltiples razas, con magia, con monstruos y gente mala). Aunque por lo que se, el carácter fundador de esta serie esta debatido, pero no es eso lo importante.

Este tipo de historias se centra en darle al público (o por qué no al mismo autor) la oportunidad de dejar atrás nuestra vida como la conocemos, que puede ser mejor o peor, siendo en este caso necesariamente peor, y experimentar otra vida, otra existencia. Una en la cual nosotros somos fuertes, seguros, populares y todas esas cosas que tenemos en mente. A este tipo de inquietudes busca dar asilo el género isekai.

Por lo que si es necesario afirmarlo, sí, Mushoku Tensei cumple con estas expectativas sobradamente y de manera catártica (y hasta en ciertos momentos, emotiva) nos enseña como un personaje, antes condenado a la soledad, fracaso y ostracismo, tiene un segunda oportunidad para rehacer su vida. A partir de esta posibilidad el protagonista aprovechará ahora su juventud, ya que nace literalmente reencarnado en un niño (con la ventaja de tener la mentalidad y los conocimientos de su vida pasada) para encaminar su sinuosa vida y superarse en todo sentido de la palabra.

El protagonista se verá a prueba de forma continua, tras las diferentes situaciones que se le irán presentando en la normalidad, desde aprender a comunicarse, a socializar o hasta reprimir impulsos inapropiados (por así decirlo). El principal problema que enfrentará será el sobreponerse a su “fobia” social creada por el rechazo que sus pares le brindaron en el pasado. Y en este punto hay que hacer un parate. En el primer episodio nos dicen que el protagonista tiene 30 años, ¿ósea que debemos suponer que este hombre estuvo mas de 10 años de su vida encerrado, viviendo de forma completamente inviable desde que salió del secundario? Al parecer si. Si bien vemos escenas donde el personaje explícitamente fue victima de bulling por parte de sus compañeros, bastante extremo además, es llamativo que las secuelas de esos años hayan perdurado durante tanto tiempo, y que el protagonista nunca haya podido superarse ni haya buscado ayuda.

Porque además de esto, se nos da a entender que el personaje está algo (bastante) falto de moral. Su encierro y el estado mental que maneja es bastante extremo y es, si uno se lo pone a pensar, inentendible en comparación a por ejemplo Satou de Welcome To The NHK que también es un hikkikomori pero es 8 años mas joven y maneja una mentalidad dentro de todo (con mucho énfasis el dentro de todo) mas comprensible, por lo menos para mí.

No quiero extenderme mucho mas sobre esta serie, porque quedaría algo largo y tal vez amerite su propio análisis. Rescato de la serie algunos elementos que añaden frescura y distinción a la historia, como por ejemplo el padre, que es tan hijo de puta que es raro creer que sale en un animé. Ya que es despreciable, pero despreciable creíble, no como un personaje perverso que le quedan los ojos desorbitados mientras nos habla de sus planes malignos.

Pero es francamente sorprendente que el nivel de moralidad de la serie sea tan bajo que hasta cueste justificarlo por más que sea ficción y por mas que la personalidad fallida de los personajes sea parte de la trama, siendo un elemento que después cobre importancia. El protagonista tiene una mentalidad bastante podrida y su indecencia llega a niveles insospechados, empeorado por el hecho que tiene 30 años y es todo un adulto. Y para colmo, la serie quiere que nosotros nos identifiquemos o empaticemos con él, y algo de eso me deja pensando.

Por otro lado, algo que no quiero dejar de decir, la historia no hace un gran trabajo con los personajes femeninos. Los sexualiza constantemente y siempre los coloca en situaciones incomodas creadas por los personajes hombres. Ojalá en un futuro no muy lejano, la industria del anime se alejé cada vez más de prácticas como estás que pueden empañar una obra que quizás, fuera de todo esto, es muy buena.

A modo de reflexión: Ya se que es algo que se da mucho en este tipo de historias, pero me llega a sorprender como me acostumbré a aceptar ciertas cosas. Me adapté con el tiempo para entender que no era tan “grave”, que simplemente era. Creo que este carácter algo retorcido de este tipo de historias que suele brindar de vez en cuando la industria, añade algo único al medio y lo enriquece, pero otra parte de mi se pregunta si hay ciertos limites que es mejor no pasar.

Por otro lado, la serie sabe entretener y se ve bastante bien :)

Noticias de la semana

Kimetsu no Yaiba se convirtió en la película Japonesa mas taquillera en el mundo, superando a El Viaje de Chihiro.

Es increíble como arrasó (y todavía arrasa) la serie creada por Koyoharu Gotōge cuyo último capítulo del manga salió en 2020. También es llamativo como en los últimos años se dieron en la industria del manga/anime, grande éxitos comerciales masivos, pudiendo nombrar el caso de Kimi No Na Wa en 2016. Con la novedosa Kimetsu No Yaiba superando aún mas a la obra de Shinkai, se abre un panorama nuevo en la industria.

Kimetsu no Yaiba vendió 10.8 millones de volumenes en Noviembre 2018- 2019.

Intentando entender por que pasa lo que pasa y por que se dio este récord de ventas, podemos empezar hablando de la abreviada longitud de la obra, que se diferencia en este aspecto de sus pares mas largos, con publicaciones que llevan desde 5 a 10 años activas. ¿Será que al ser una historia mas acotada, y por lo tanto mas ágil para su consumo, permite que un público (que quizás no es asiduo de este tipo de medio) mas variado decida darle una oportunidad a la obra? Parece que atrás quedaron los tiempos en que series titánicas como One Piece (aún activa y en leve descenso respecto de su máximo pico), Naruto, Bleach, etc, que dominaron el mercado. Es entendible que para alguien que perdió el buque cuando zarpó se encuentre ahora reticente de ingresar en él.

En tiempos como estos, donde los medios de consumo se diversificaron y abarataron, sumado a una inédita cantidad de contenido que se emite por estos distintos canales, la solución para destacar entre toda la masa es hacer algo relativamente corto y, como segunda característica, y no menos importante, que se vea lindo.

Kimetsu no Yaiba superó las 150 millones de copias en circulacion (incluyendo copias digitales) en febrero de 2021.

Kimetsu No Yaiba cumple estos dos requisitos, una historia compacta envuelta en un estético envoltorio. Recordemos que la animación cayó en manos de nada menos que Ufotable, destacada por su animación que compite codo a codo con los trabajos mas recientes (y no tan recientes) de Kyoto Animation.

¿Se ve lindo? la verdad que sí. La calidad del anime es impecable si solo se habla de la animación pura, ya no tanto de la historia que en su simpleza, permite que su calidad sea relegada a la subjetividad. Millones de personas se vieron atraídas a la animación llamativa, colorida y fluida del animé, sumado a que en la actualidad, un fragmento de sakuga en una red social como Twitter puede explotar, llevando a que una multitud se vea atraída a la idea de ver esa serie tras ver una escena que les despertó curiosidad.

El anime se está normalizando, literalmente. Su popularidad está en el punto mas alto de su historia, ya que cobró un protagonismo importante en el resto del mundo. De no ser esto una burbuja, podemos aventurarnos a decir que podríamos estar entrando en una nueva época dorada del anime/manga, como ya lo tuvo en los 90, con producciones grandilocuentes y por demás costosas (recordemos algo como Akira) que se dieron en la burbuja económica de Japón.

Quizás el publico que conocemos como el publico otaku “férreo”, fanático del mecha, del moe y demás, tal como se representa en series como Genshiken o Otaku no Video o hasta Lucky Star, esté en proceso de extinción. Tal vez ahora es el turno de un nuevo público, mas casual, que empiece a ver “cool” coleccionar mangas y verse la nueva película o serie de moda en Japón. Veremos.

“Tal vez ahora es el turno de un nuevo público, mas casual, que empiece a ver «cool» coleccionar mangas y verse la nueva película o serie de moda en Japón.”

Anuncian la segunda temporada de Miss Kobayashi’s Dragon Maid

Un retorno muy esperado por la comunidad es el de KyoAni, que anunció la salida de la segunda temporada de su serie Miss Kobayashi’s Dragon Maid cuya primera temporada se estrenó en 2017. Recordemos que en 2019 el estudio sufrió un inimaginable y atroz incidente, donde un hombre (al que luego se le adjudicaron enfermedades mentales) se acercó al estudio, que se ubica en un barrio pacifico y residencial de Kyoto, con contenedores de material inflamable y rociándolos en la puerta del edifico, los prendió fuego. El estudio se cubrió en llamas, favorecido por la gran cantidad de papel que es normal encontrar en un estudio de animación. Además de la falta de preparación del edifico para un incendio de tales características, hizo difícil la evacuación del personal que se encontraba allí trabajando. En el accidente fallecieron 36 personas, entre ellas Yasuhiro Takemoto, uno de los directores, guionistas y animadores de las series mas populares del estudio tales como Lucky Star, Hyouka, La Desaparición de Haruhi Suzumiya, entre muchas otras.

Kyoto Animation tuvo su momento de duelo y cerró su producción por un tiempo, hasta que pudieron resolver la crisis que dejó tales perdidas (incluso Sentai Filmworks creó una campaña de donación con la consigna #HelpKyoAniHeal, donde se recaudó mas de 2 millones de dólares con donaciones de fans de todo el mundo. La cifra total de donaciones finalmente alcanzó los 30 millones de dólares). Pasado el tiempo y con las heridas ahora algo mas cerradas, el estudio se dispuso a abrir sus puertas nuevamente y terminar los proyectos que los trabajadores fallecidos no habían podido concluir, siendo que en 2020 se estrenó una nueva película de Violet Evergaden, secuela de la serie.

El estudio vuelve nuevamente a la carga con una segunda entrega de su historia de dragones que podrá gustar mas o menos, pero tiene asegurado siempre el sello de calidad que caracteriza a todas las obras del estudio. Tatsuya Ishihara, que trabajó con Takemoto, será el que dirigirá el nuevo proyecto que dará el puntapié inicial a una nueva etapa del estudio, ahora renovado, pero con el mismo espíritu que lo caracteriza.

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